Federico Cionchi, conocido cariñosamente como Righetto, fue un hermano laico somasco cuya vida estuvo marcada por la dedicación al servicio de los huérfanos y la comunidad cristiana. Nacido en un hogar humilde en un pueblecito italiano en 1857, vivió apariciones de la Virgen María en su infancia, lo que inspiró su vida hacia el servicio a los demás. Acogido en un orfanato en Roma, a partir de 1878 se unió a la Orden de los Padres Somascos como laico agregado, dedicándose al cuidado de los menores. Posteriormente fue enviado a la comunidad de Treviso y allí trabajó durante 40 años como sacristán, de manera servicial y bondadosa, siempre devoto a la Virgen. Su vida de humildad y servicio dejó una huella imborrable. A pesar de los problemas de salud, continuó su labor con alegría y devoción hasta su muerte en 1923. Muchos vieron y sintieron en su vida un camino a la santidad.
La causa de beatificación de Federico Cionchi fue oficialmente introducida en 1981 por el obispo de Treviso, y la primera fase del proceso concluyó en 1984, siendo nombrado “Siervo de Dios”. A partir de 2021, se reactivó el proceso en conmemoración del centenario de su muerte, y desde entonces se han llevado a cabo diversas actividades para promover su legado espiritual, con la esperanza de verlo algún día incluido en la lista de beatos y santos.
La Orden Somasca te invita a conocer la figura de Righetto. En el centro, a través de diferentes encuentros y actividades, iremos profundizando en su vida como testimonio de sencillez, humildad y servicio, inspirado en Jerónimo Emiliani, en María Madre y en Jesús de Nazaret. Para muchos, su vida simple es llamada de santidad. Puedes conocer más sobre Righetto, con materiales biográficos y noticias sobre el proceso de beatificación. AQUÍ.