Hoy hemos culminado nuestro Camino de Santiago, una experiencia que quedará grabada en la memoria de todos los participantes. La etapa final, desde Padrón hasta Santiago, fue un verdadero desafío: 25,2 kilómetros bajo la lluvia que pusieron a prueba nuestra determinación y espíritu peregrino.
El día comenzó temprano, con el sonido del despertador a las 6:00 a.m. Sabíamos que sería una jornada dura, pero la emoción de llegar a nuestro destino nos dio fuerzas para seguir adelante. Algunos de nuestros peregrinos decidieron recorrer los últimos kilómetros descalzos, como acto de penitencia y reflexión, recordándonos que el Camino es tanto un viaje físico como espiritual.
Finalmente, tras superar juntos los desafíos de esta última etapa, llegamos a Santiago de Compostela. La alegría y emoción al ver la catedral por primera vez fueron indescriptibles. Nos reunimos todos en la plaza, donde nos hicimos una foto de grupo y compartimos canciones y abrazos, celebrando no solo la llegada a Santiago, sino también el camino que recorrimos juntos.
Después de este momento de celebración, nos dirigimos a la casa de formación de los Padres Somascos en Santiago, donde fuimos recibidos con gran hospitalidad. Allí, disfrutamos de una comida y un merecido descanso antes de explorar la ciudad.
Este viaje ha sido más que un simple recorrido de kilómetros; ha sido un tiempo de reflexión, crecimiento personal y comunidad. Mañana, asistiremos a la Misa del Peregrino en la Catedral de Santiago a las 09:30 a.m., cerrando así esta experiencia con un momento de agradecimiento y oración.